Cuando viajas a Perú, especialmente a lugares emblemáticos como Machu Picchu y Cusco, es fundamental considerar las dietas y las preferencias alimenticias para disfrutar plenamente de la rica gastronomía peruana. La comida peruana es conocida mundialmente por su diversidad y fusión de sabores, pero también puede ser un desafío para algunos viajeros.
Primero, es importante tener en cuenta las alergias alimentarias. Muchos platos tradicionales pueden contener ingredientes como mariscos, nueces o gluten. Asegúrate de comunicar tus alergias al personal del restaurante. En la mayoría de los lugares turísticos, hay opciones para quienes necesitan dietas especiales.
Además, si eres vegetariano o vegano, encontrarás una gran variedad de opciones en la cocina peruana. Platos como el causa rellena, la papa a la huancaína y ensaladas frescas son deliciosas alternativas. No dudes en preguntar sobre las opciones sin carne en los menús.
La altitud de Cusco y Machu Picchu puede afectar tu apetito. Es recomendable comer ligero y evitar alimentos muy pesados en los primeros días para adaptarte mejor a la altura. Las sopas y los guisos son excelentes opciones para mantenerte caliente y satisfecho.
Asimismo, la hidratación es clave. Bebe mucha agua y evita el alcohol y las bebidas azucaradas en exceso, especialmente mientras te aclimatas a la altitud. También es recomendable consumir comidas que sean fáciles de digerir.
Es esencial probar el ceviche, un plato icónico de Perú. Asegúrate de que se sirva fresco y en un lugar de confianza. Pregunta sobre la preparación y la frescura del pescado antes de pedirlo.
Finalmente, al comer en mercados locales o puertos, ten en cuenta la higiene. Opta por puestos que tengan un alto flujo de clientes, ya que esto generalmente indica un nivel de calidad y frescura.
En resumen, disfruta de la aventura gastronómica que Perú ofrece, pero ten en cuenta tus necesidades dietéticas y la adaptación a la altitud para tener una experiencia memorable en Machu Picchu y más allá.