El Camino Inca es una de las rutas de trekking más famosas del mundo, llevándote a través de impresionantes paisajes andinos hacia la asombrosa Machu Picchu. La mejor época para realizar este trekking es durante la temporada seca, que va de mayo a octubre. Durante estos meses, las condiciones climáticas son ideales, con días soleados y temperaturas más agradables, lo que te permitirá disfrutar plenamente de la experiencia.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los meses de junio y julio son los más concurridos, ya que coinciden con las vacaciones escolares en muchos países. Si prefieres evitar las multitudes, considera hacer el trekking en mayo o septiembre, cuando el clima sigue siendo favorable pero hay menos turistas.
La temperatura durante la caminata puede variar considerablemente, oscilando entre los 0°C y 20°C, así que es crucial llevar ropa adecuada. No olvides incluir capas ligeras, un buen abrigo y una chaqueta impermeable para las noches más frías y posibles lluvias.
Además, es una buena idea aclimatarse a la altitud en Cusco antes de comenzar el trekking, ya que el Camino Inca alcanza altitudes de hasta 4,215 metros sobre el nivel del mar. Esto ayudará a prevenir el mal de altura y a disfrutar mejor de la experiencia.
Recuerda también reservar tu trekking con anticipación, ya que el número de permisos es limitado. La experiencia del Camino Inca no solo es un desafío físico, sino también una inmersión cultural, ya que podrás conocer vestigios de antiguas civilizaciones a lo largo del camino.
Finalmente, no olvides hacer una pausa en Intipunku, la Puerta del Sol, donde podrás disfrutar de una vista impresionante de Machu Picchu al amanecer. Esta experiencia es verdaderamente mágica y vale la pena cada paso del trekking.
