Llegar a Machu Picchu es una aventura que comienza mucho antes de pisar sus antiguas piedras. Existen varias opciones de transporte para acceder a esta maravilla del mundo. La forma más popular es tomar el tren desde Cusco o Ollantaytambo. Los trenes son operados por PeruRail y Inca Rail, y ofrecen diferentes niveles de comodidad y precios. El viaje en tren ofrece vistas espectaculares del paisaje andino y del río Urubamba.
Si prefieres una experiencia más aventurera, puedes optar por hacer una de las famosas caminatas, como el Camino Inca o la Ruta Salkantay. Estas rutas requieren reservas anticipadas y son guiadas, lo que te permite disfrutar de la naturaleza y la cultura local mientras te acercas a Machu Picchu.
Una vez llegues a Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu, tendrás que tomar un autobús que sube por una empinada carretera hasta la entrada del sitio arqueológico. Este trayecto dura aproximadamente 30 minutos y ofrece vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.
Es importante mencionar que los autobuses son frecuentes, pero durante la temporada alta, es recomendable comprar los boletos con antelación para evitar largas colas. Además, considera llevar agua y snacks, ya que los precios en la cima pueden ser elevados.
Si decides explorar la zona de Machu Picchu por tu cuenta, asegúrate de tener un mapa y planificar tu tiempo, ya que hay muchas áreas y rutas dentro del sitio que merecen ser vistas. No olvides llevar protector solar y un sombrero, ya que el sol en la montaña puede ser intenso.
Finalmente, recuerda que el clima puede ser variable, así que es aconsejable llevar una chaqueta ligera y estar preparado para cualquier eventualidad. Con estas opciones de transporte y consejos, estarás listo para disfrutar de la majestuosidad de Machu Picchu como nunca antes.