La vicuña es un animal emblemático de los Andes peruanos, conocido por su elegante apariencia y su valiosa lana. Este mamífero herbívoro, pariente cercano de la llama y la alpaca, se encuentra en altitudes que oscilan entre los 3,200 y 4,800 metros, principalmente en la región de Machu Picchu y el Valle Sagrado.
Las vicuñas poseen un cuerpo esbelto y ágil, adaptado perfectamente a su entorno montañoso. Su pelaje es muy fino y suave, lo que lo convierte en uno de los más caros del mundo. De hecho, la lana de vicuña puede alcanzar precios exorbitantes en el mercado internacional debido a su escasez y a la calidad excepcional de su fibra.
Además, las vicuñas son animales muy sociales que suelen vivir en manadas. Su comportamiento es fascinante; son cautelosas y alertas, lo que les ayuda a evitar a los depredadores. Durante tu visita a Machu Picchu, es posible que tengas la suerte de observarlas pastando en las laderas de los Andes, donde se alimentan principalmente de pasto y plantas herbáceas.
Para los turistas, es recomendable llevar binoculares para observarlas a distancia, ya que son animales muy tímidos. La mejor época para ver vicuñas es de mayo a octubre, durante la estación seca, cuando suelen descender a las partes más bajas de las montañas en busca de alimento.
Recuerda también respetar su espacio y no intentar acercarte demasiado, ya que esto puede asustarlas. La cultura local valora enormemente a las vicuñas, y su preservación es un símbolo de la riqueza natural de Perú. Conocer sobre estos animales no solo enriquecerá tu experiencia en Machu Picchu, sino que también contribuirá a la apreciación de la biodiversidad peruana.
