El Mal de Montaña Agudo (AMS) es una condición que afecta a muchos viajeros que visitan lugares de gran altitud, como Machu Picchu y Cusco. A medida que asciendes a altitudes superiores a los 2,500 metros, el aire se vuelve menos denso y la presión atmosférica disminuye, lo que puede causar una serie de síntomas incómodos. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Dolor de cabeza: Uno de los síntomas más frecuentes y que puede variar en intensidad.
- Náuseas y vómitos: Muchas personas experimentan malestar estomacal al llegar a altitudes elevadas.
- Cansancio extremo: La falta de oxígeno puede provocar una sensación de fatiga intensa.
- Dificultad para dormir: La altitud puede afectar el sueño, haciendo que sea difícil encontrar un descanso reparador.
- Falta de apetito: Es común perder el interés en la comida debido a la sensación de malestar.
- Mareos: La sensación de vértigo puede ser un signo de que tu cuerpo está teniendo dificultades para adaptarse.
- Aumento de la frecuencia cardíaca: El corazón trabaja más para bombear oxígeno a través del cuerpo.
Para minimizar el riesgo de AMS, es importante aclimatarse adecuadamente. Esto significa llegar a Cusco unos días antes de visitar Machu Picchu y permitir que tu cuerpo se adapte a la altitud. Mantente bien hidratado y evita el alcohol y comidas pesadas en tus primeros días.
También puedes considerar el uso de medicamentos como la acetazolamida (Diamox), que puede ayudar a acelerar el proceso de aclimatación. Recuerda que si los síntomas se vuelven graves, es esencial descender a una altitud más baja y buscar atención médica.
Finalmente, escúchate a ti mismo y no fuerces tu cuerpo. La experiencia de Machu Picchu es increíble, pero tu salud siempre debe ser la prioridad.