Cuando se viaja a Perú, especialmente a lugares de gran altitud como Machu Picchu y Cusco, es fundamental tener en cuenta la alimentación, ya que ciertos alimentos tradicionales pueden facilitar la adaptación a la altitud.
Uno de los más conocidos es la quinua, un pseudocereal rico en proteínas que ayuda a mantener la energía y favorece la oxigenación en el organismo. Consumir quinua en ensaladas o como guarnición es una excelente opción.
Otro alimento esencial es la coca, cuyas hojas se utilizan en infusiones para combatir el mal de altura. Masticar hojas de coca o beber té de coca puede aliviar síntomas como náuseas y fatiga.
La papa, un alimento básico en la dieta peruana, también es muy nutritiva. Existen más de 3,000 variedades en Perú, y consumirla en platos como la papa a la huancaína puede ser delicioso y beneficioso.
La chicha morada, una bebida tradicional hecha de maíz morado, no solo es refrescante, sino que también contiene antioxidantes que ayudan a la salud en general.
Además, la sopa de quinua es una opción reconfortante que puede ser muy beneficiosa para quienes se están aclimatando. Esta sopa es rica en nutrientes y ayuda a rehidratar el cuerpo.
Incorporar frutas tropicales como la papaya y el plátano es también recomendable, ya que son ricas en potasio y ayudan a mantener el equilibrio electrolítico del cuerpo.
Es importante mantenerse bien hidratado, así que no olvides beber suficiente agua y, si es posible, opta por el agua de hierbas que se ofrece en muchos mercados locales.
Finalmente, recuerda que la adaptación a la altitud varía entre individuos, por lo que es aconsejable probar estos alimentos gradualmente y escuchar a tu cuerpo.
Disfrutar de la gastronomía peruana no solo será un placer, sino que también te ayudará a sentirte mejor durante tu aventura en los Andes.