El clima en Perú varía significativamente a lo largo del año y entre sus diversas regiones. En Machu Picchu, el clima se caracteriza por su naturaleza tropical, lo que significa que hay una temporada de lluvias y otra seca. La temporada de lluvias va de diciembre a marzo, donde las precipitaciones son más frecuentes, especialmente en enero y febrero. Durante estos meses, los senderos pueden estar resbaladizos y algunas áreas pueden estar cerradas por mantenimiento o deslizamientos de tierra.
La temporada seca, de abril a noviembre, es la mejor época para visitar Machu Picchu. Durante estos meses, el clima es más templado y las lluvias son escasas, lo que facilita las caminatas y la exploración. Sin embargo, las temperaturas pueden bajar en la noche, especialmente en junio y julio, así que es recomendable llevar ropa de abrigo.
En Cusco, la ciudad más cercana a Machu Picchu, el clima también presenta una variación estacional. En diciembre y enero, las temperaturas oscilan entre 10°C y 20°C, mientras que en junio y julio, pueden bajar a 0°C por la noche. Los turistas deben estar preparados para el cambio de temperatura y llevar ropa adecuada tanto para el día como para la noche.
Visitar el Valle Sagrado es otra opción popular, y su clima es similar a Cusco, aunque tiende a ser un poco más cálido. Las mañanas son frescas y soleadas, pero pueden llegar a ser calurosas durante el día. Así que, si planea recorrer los mercados locales o visitar las ruinas, lleve protección solar y agua suficiente.
Es importante recordar que, aunque el clima puede influir en su experiencia, Machu Picchu tiene una belleza impresionante en cualquier época del año. Los turistas deben estar listos para adaptarse y disfrutar de la maravilla de esta antigua ciudad inca, sin importar las condiciones climáticas.