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Las aguas termales de Lares, situadas en el Valle Sagrado de los Incas, son un destino imperdible para aquellos que buscan relajarse y rejuvenecer después de explorar Machu Picchu y sus alrededores. Este lugar es famoso por sus aguas ricas en minerales, que emergen de las profundidades de la tierra a temperaturas que rondan los 38 a 46 grados Celsius.

Las piscinas termales están rodeadas de un paisaje montañoso impresionante, lo que proporciona un entorno sereno y pintoresco. Además, el acceso a las aguas termales es bastante sencillo, ya que se encuentran a solo 30 minutos en coche desde la localidad de Calca. Para los viajeros que prefieren el transporte público, hay autobuses que conectan diferentes pueblos del Valle Sagrado con Lares.

El ambiente en las aguas termales es relajante, y muchas personas suelen visitarlas para aliviar el estrés y los dolores musculares. Además, el lugar ofrece la oportunidad de interactuar con la cultura local, ya que muchos visitantes disfrutan de la gastronomía andina disponible en los alrededores.

Es recomendable llevar traje de baño, toallas y sandalias, ya que las instalaciones pueden no proporcionar estos elementos. También se aconseja visitar las aguas termales en las horas menos concurridas, como temprano en la mañana o al final del día, para disfrutar de una experiencia más tranquila.

La visita a las aguas termales de Lares puede combinarse perfectamente con un recorrido por el Valle Sagrado y sus sitios arqueológicos, como Ollantaytambo y Pisac. Así, puedes disfrutar de un día completo de exploración y relajación.

Por último, no olvides llevar suficientes provisiones de agua y snacks para mantenerte hidratado y energizado durante tu visita. Las aguas termales de Lares son, sin duda, un refugio ideal después de un día de caminatas y aventuras en los Andes.