La Cordillera Blanca es un destino imperdible para los amantes del trekking en Perú, especialmente si ya has explorado Machu Picchu y deseas una nueva aventura en la naturaleza.
Ubicada en la región de Áncash, esta cordillera alberga algunas de las montañas más altas del Perú, incluyendo el famoso Huascarán, que es el pico más alto del país.
El trekking en la Cordillera Blanca ofrece una variedad de rutas que van desde caminatas de un día hasta expediciones de varios días que te llevarán a través de paisajes impresionantes, glaciares y lagunas turquesas.
Una de las rutas más populares es el trek de Santa Cruz, que dura aproximadamente cuatro días y te brinda la oportunidad de acampar bajo un cielo estrellado mientras disfrutas de vistas espectaculares.
Es importante estar preparado físicamente, ya que las altitudes pueden superar los 4,000 metros sobre el nivel del mar, lo que puede causar mal de altura si no estás acostumbrado.
Además, se recomienda aclimatarse durante unos días en la ciudad de Huaraz, que es la puerta de entrada a esta asombrosa cordillera.
En cuanto a la cultura, tendrás la oportunidad de conocer a las comunidades locales que mantienen vivas sus tradiciones ancestrales, como la agricultura en terrazas y la elaboración de textiles.
Los guías locales son altamente recomendables, ya que no solo conocen bien las rutas, sino que también te brindan información valiosa sobre la flora y fauna de la región.
Recuerda llevar ropa adecuada para el frío y una buena mochila, así como suficiente agua y snacks energéticos para mantenerte activo durante el trekking.
Por último, no olvides dejar todo como lo encontraste y seguir los principios de “no dejar rastro” para preservar la belleza natural de este increíble lugar.
