Accesibilidad en Perú y Machu Picchu es un tema crucial para los viajeros que desean explorar este increíble destino. Aunque Machu Picchu es una de las maravillas del mundo, su accesibilidad puede ser un reto para algunas personas. Sin embargo, hay opciones disponibles para hacer que la experiencia sea más cómoda y accesible.
La mayoría de los visitantes llega a Machu Picchu a través de la ciudad de Cusco, que tiene un aeropuerto internacional. Desde allí, se puede tomar un tren hasta Aguas Calientes, el pueblo que sirve como puerta de entrada a la ciudadela. Los trenes de PeruRail y Inca Rail ofrecen servicios para pasajeros con movilidad reducida, incluyendo asientos especiales y asistencia.
Una vez en Aguas Calientes, hay opciones de transporte accesibles que llevan a los visitantes a la entrada de Machu Picchu. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el terreno en el sitio arqueológico puede ser irregular y empinado. Para aquellos que necesitan asistencia, se recomienda contratar un guía que esté familiarizado con las necesidades de accesibilidad.
Además, el gobierno peruano ha implementado mejoras en las infraestructuras, como rampas y caminos pavimentados, para facilitar el acceso. Sin embargo, la mejor época para visitar es durante la temporada seca (de mayo a septiembre) para evitar el barro y las lluvias, que pueden dificultar el acceso.
En Cusco, muchas de las atracciones principales, como la Plaza de Armas y la Catedral, también han realizado esfuerzos para mejorar la accesibilidad. Asegúrate de informar a tus alojamientos sobre tus necesidades para que puedan ofrecerte opciones adecuadas.
Por último, es recomendable llevar contigo objetos esenciales como muletas, sillas de ruedas plegables, o cualquier otro dispositivo de movilidad que puedas necesitar, ya que no siempre están disponibles en el lugar. Con la planificación adecuada, visitar Perú y Machu Picchu puede ser una experiencia inolvidable para todos.
