Viajar a Perú y, en particular, a Machu Picchu, es una experiencia inolvidable que requiere una buena planificación. Primero, asegúrate de reservar tus entradas con anticipación, ya que el acceso a Machu Picchu es limitado y puede llenarse rápidamente, especialmente durante la temporada alta.
Es recomendable visitar el sitio temprano en la mañana o a última hora de la tarde para evitar las multitudes y disfrutar de una atmósfera más tranquila. Lleva contigo una buena cámara, ya que las vistas son impresionantes y querrás capturar cada momento.
La aclimatación es clave. Si planeas hacer senderismo, como el Camino Inca, asegúrate de pasar un par de días en Cusco para adaptarte a la altitud. Bebe mucha agua y evita el alcohol y las comidas pesadas.
Cuando estés en Cusco, no te pierdas la oportunidad de probar la gastronomía local, como el ceviche y el cuy chactado. Además, participar en una ceremonia de pago a la Tierra puede ser una experiencia cultural enriquecedora.
Usa calzado cómodo y adecuado para caminar, ya que las piedras y el terreno irregular pueden ser desafiantes. También es útil llevar un paraguas o una capa de lluvia, ya que el clima puede ser impredecible.
Considera utilizar un guía local para enriquecer tu visita con datos históricos y culturales que quizás no descubrirías por tu cuenta. Los guías también pueden ayudarte a navegar por el sitio de manera más eficiente.
Recuerda llevar efectivo, ya que en algunas áreas rurales, como Aguas Calientes, no todos los lugares aceptan tarjetas de crédito. El sol puede ser fuerte, así que no olvides aplicar protector solar y llevar un sombrero.
Finalmente, respeta las normas del sitio. No está permitido tocar las estructuras antiguas ni dejar basura, ya que esto ayuda a preservar este tesoro de la humanidad para futuras generaciones.