El Lago Titicaca, ubicado en la frontera entre Perú y Bolivia, es uno de los lagos navegables más altos del mundo, a una altitud de aproximadamente 3,812 metros sobre el nivel del mar. Este impresionante lago es famoso por sus aguas azules y sus paisajes majestuosos, así como por su rica herencia cultural.
Uno de los principales atractivos del Lago Titicaca son las islas flotantes de los Uros, donde los habitantes construyen sus hogares a partir de totora, una planta que crece en el lago. Aquí, los visitantes pueden experimentar la vida de las comunidades indígenas y aprender sobre sus tradiciones. También puedes visitar la Isla Taquile, conocida por sus textiles y su impresionante vista panorámica del lago.
Para llegar al Lago Titicaca desde Machu Picchu, puedes regresar a Cusco y tomar un autobús o un tren hacia Puno, que está a orillas del lago. El viaje en autobús es pintoresco y dura aproximadamente 7 horas, mientras que el tren ofrece una experiencia más cómoda y lujosa.
Te recomendamos llevar ropa abrigada, ya que las temperaturas pueden ser frías, especialmente por la noche. También es importante aclimatarse a la altitud, así que considera pasar un par de días en Puno antes de realizar actividades en el lago.
Los tours en bote son una excelente manera de explorar el lago. Puedes optar por un recorrido de medio día o un tour más extenso que incluya pernoctar en una de las islas. Asegúrate de probar la gastronomía local, incluyendo platos como la trucha del Titicaca.
Finalmente, no olvides llevar una cámara, ya que el Lago Titicaca ofrece vistas impresionantes, especialmente al amanecer y al atardecer. La combinación de paisajes naturales y cultura indígena crea una experiencia única que complementa tu visita a Machu Picchu y Cusco.
