El delfín rosado, conocido científicamente como Inia geoffrensis, es una de las especies más emblemáticas de la Amazonía peruana. Este delfín dulceacuático es famoso por su color rosado vibrante, que se intensifica especialmente durante la época de apareamiento. Su presencia en ríos como el Amazonas y el Ucayali ha fascinado a turistas y biólogos por igual.
Viajar a Perú ofrece una oportunidad única para observar a estos delfines en su hábitat natural. Sin embargo, la mayoría de las excursiones para ver delfines rosados se realizan en la región de Iquitos, que está a una distancia considerable de Machu Picchu. Se recomienda planificar un viaje que incluya tanto la exploración de la Amazonía como una visita a las ruinas de Machu Picchu.
Para aquellos que se aventuran en la selva, hay diversas opciones de tours que combinan avistamientos de delfines con actividades de ecoturismo. Los paseos en bote son la mejor manera de observar a estos magníficos mamíferos en acción. Los guías locales, que suelen tener un profundo conocimiento del ecosistema, pueden proporcionar información valiosa sobre el comportamiento y la conservación de los delfines.
Es importante ser respetuoso con el entorno y seguir las normas de conservación para no perturbar a estos animales. Al elegir un tour, asegúrate de que la empresa tenga buenas prácticas de sostenibilidad. Además, no olvides llevar binoculares y una cámara para captar momentos inolvidables.
Además de los delfines rosados, la región alberga una rica biodiversidad, incluyendo diversas especies de aves, peces, y otros mamíferos. Esto hace que un viaje a la Amazonía sea aún más atractivo para los amantes de la naturaleza.
Después de la aventura en la selva, puedes dirigirte a Cusco y luego a Machu Picchu. La combinación de la historia antigua de Machu Picchu y la belleza natural de la Amazonía crea una experiencia de viaje única. Recuerda que la mejor época para visitar la Amazonía y avistar delfines es durante la estación seca, de mayo a octubre.