La historia inca es uno de los aspectos más fascinantes de Perú, y Machu Picchu es su joya más emblemática. Este antiguo asentamiento, construido en el siglo XV, fue parte del vasto Imperio Inca que se extendía desde el sur de Colombia hasta el norte de Chile. Los Incas, conocidos por su avanzada ingeniería y arquitectura, eligieron este lugar estratégico en la cima de los Andes para construir un sitio que sirviera como centro religioso y político. Machu Picchu no solo sorprende por su ubicación, sino también por su construcción sin mortero, donde las piedras encajan perfectamente.
Cuando viajes a Machu Picchu, es recomendable comenzar tu aventura en Cusco, la antigua capital del Imperio Inca. Desde Cusco, puedes tomar un tren hacia Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu. Una vez allí, asegúrate de comprar tus boletos con anticipación, ya que el acceso está limitado y se agota rápidamente, especialmente en temporada alta.
Explorar Machu Picchu es una experiencia inolvidable. Considera contratar un guía local que pueda compartir contigo la rica historia y los secretos del lugar. Además, no olvides llevar agua, protector solar y calzado cómodo, ya que hay muchas caminatas y escaleras.
La mejor época para visitar Machu Picchu es durante la estación seca, que va de mayo a octubre. Sin embargo, si prefieres evitar las multitudes, puedes optar por los meses de abril o noviembre, cuando el clima sigue siendo favorable. Recuerda que el clima puede cambiar rápidamente en las montañas, así que prepárate para cualquier eventualidad.
Por último, no olvides explorar el Valle Sagrado de los Incas, donde encontrarás otros sitios arqueológicos importantes como Ollantaytambo y Pisac. Cada rincón de este valle cuenta la historia de una civilización que sigue fascinando a viajeros de todo el mundo.
