El viaje de Cusco a Aguas Calientes es una experiencia fascinante que combina la belleza natural con la rica historia del Imperio Inca. Aguas Calientes, también conocido como Machu Picchu Pueblo, es la puerta de entrada a la famosa ciudadela de Machu Picchu. Para llegar a Aguas Calientes, los turistas pueden elegir entre el tren o realizar una caminata por el Inca Trail, aunque esta última opción requiere una planificación anticipada y permisos.
Las opciones de tren ofrecen diferentes servicios, desde el más económico hasta el de lujo, como el Vistadome, que ofrece vistas panorámicas increíbles. El trayecto en tren dura aproximadamente 3 horas y serpentea a través de paisajes impresionantes, con montañas cubiertas de vegetación y ríos caudalosos. Es recomendable comprar los boletos con anticipación, especialmente durante la temporada alta de turismo, que va de junio a agosto.
Una vez en Aguas Calientes, los viajeros pueden disfrutar de una variedad de actividades, como visitar los baños termales, que son perfectos para relajarse después de una jornada de exploración. La gastronomía local es otra atracción; no te pierdas probar platillos como el cuy chactado o el trucha a la parrilla. Además, es útil llevar una chaqueta ligera, ya que el clima puede variar durante el día.
Para aquellos que desean explorar más, se puede optar por un tour guiado a Machu Picchu, que se recomienda reservar con antelación. Asegúrate de llevar agua, protector solar y una cámara para capturar los impresionantes paisajes. No olvides que la altitud puede afectar a algunas personas, así que es aconsejable aclimatarse en Cusco antes de realizar el viaje.
Finalmente, los que prefieren la aventura pueden explorar los senderos alrededor de Aguas Calientes, donde se pueden encontrar vistas espectaculares y una rica biodiversidad. En resumen, el trayecto de Cusco a Aguas Calientes no solo es un paso hacia Machu Picchu, sino una experiencia cultural y natural única que no te puedes perder.
