Viajar a Perú es una experiencia inolvidable que ofrece una mezcla única de cultura, historia y naturaleza. Uno de los destinos más emblemáticos de este hermoso país es Machu Picchu, la antigua ciudad inca que se encuentra en lo alto de los Andes. Para llegar a Machu Picchu, los turistas generalmente viajan primero a Cusco, la antigua capital del Imperio Inca, que está a aproximadamente 70 kilómetros de distancia.
Es recomendable llegar a Cusco al menos un par de días antes de visitar Machu Picchu para aclimatarse a la altitud, que es de 3,400 metros sobre el nivel del mar. En la ciudad, puedes disfrutar de la arquitectura colonial, los mercados locales y la deliciosa gastronomía peruana, que incluye platos como el ceviche y el lomo saltado.
Desde Cusco, puedes tomar un tren a Aguas Calientes, la puerta de entrada a Machu Picchu. Es importante reservar los boletos con antelación, especialmente en temporada alta. Una vez en Aguas Calientes, puedes optar por tomar un autobús o hacer una caminata hasta la entrada de Machu Picchu.
Al explorar Machu Picchu, asegúrate de llevar agua, protector solar y calzado cómodo. Recuerda que hay guías disponibles para brindarte información sobre la historia y la arquitectura de este sitio arqueológico impresionante. Además, no te olvides de tu cámara; las vistas son simplemente espectaculares.
Otro aspecto fundamental de tu viaje a Perú es la visita al Valle Sagrado, donde podrás descubrir típicas comunidades andinas y hermosos paisajes. Aquí, puedes visitar mercados locales como el de Pisac y las impresionantes ruinas de Ollantaytambo.
Finalmente, es importante respetar las costumbres locales y estar consciente del impacto ambiental de tu visita. Con una buena planificación, tu viaje a Perú y Machu Picchu será una aventura que recordarás toda la vida.