Machu Picchu, la joya de Perú, es una de las nuevas siete maravillas del mundo y un destino imperdible para cualquier viajero. Esta antigua ciudad inca, situada a 2,430 metros sobre el nivel del mar, ofrece una experiencia única que combina historia, cultura y naturaleza. Para llegar a Machu Picchu, la mayoría de los visitantes optan por tomar un tren desde Cusco o realizar una de las famosas caminatas como el Camino Inca.
Al planificar tu visita, es esencial comprar tus boletos con anticipación, especialmente durante la temporada alta de turismo, que va de mayo a octubre. Una vez dentro, asegúrate de contratar un guía local, quien te proporcionará información valiosa sobre la arquitectura y la historia del sitio. No olvides llevar ropa cómoda y calzado adecuado, ya que el terreno puede ser irregular.
Además de Machu Picchu, el Valle Sagrado de los Incas ofrece muchas atracciones fascinantes. Puedes explorar sitios arqueológicos como Ollantaytambo y Pisac, conocidos por sus impresionantes terrazas agrícolas y mercados artesanales. También es recomendable visitar el pueblo de Chinchero, donde puedes aprender sobre la tradición textil peruana y comprar productos hechos a mano.
La gastronomía peruana es otro aspecto que no debes perderte. Prueba platos típicos como el Ceviche, el lomo saltado y la pachamanca. Muchos restaurantes en Cusco y el Valle Sagrado ofrecen menús que destacan estos sabores autóctonos. Finalmente, es aconsejable aclimatarse a la altitud de Cusco, así que considera pasar un par de días en la ciudad antes de aventurarte a Machu Picchu.