Planificar un viaje a Perú puede ser una experiencia emocionante, pero también puede resultar abrumadora si no se organiza adecuadamente. Para visitar Machu Picchu, lo primero que debes hacer es elegir la época del año adecuada. La temporada seca, que va de mayo a septiembre, es ideal para disfrutar de un clima favorable y menos lluvias.
Una vez que hayas decidido cuándo ir, considera cómo llegar a Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu. La mayoría de los viajeros llegan en avión a Cusco desde Lima. Desde allí, puedes tomar un tren hacia Aguas Calientes, el pueblo más cercano a las ruinas. Alternativamente, si eres un aventurero, puedes optar por una de las famosas caminatas, como el Camino Inca.
Es fundamental reservar tus boletos de tren y entradas a Machu Picchu con anticipación, ya que se limitan las entradas diarias y se agotan rápidamente. Además, asegúrate de llevar contigo un buen par de zapatos de trekking y ropa adecuada para las variaciones climáticas. En la montaña, las temperaturas pueden cambiar drásticamente, así que es recomendable vestirse en capas.
Además de Machu Picchu, no te pierdas la oportunidad de explorar el Valle Sagrado, que alberga impresionantes sitios arqueológicos y mercados locales. Puedes visitar Pisac y Ollantaytambo, donde puedes aprender sobre la cultura inca y comprar artesanías. Prueba la deliciosa gastronomía peruana, famosa por su variedad de ingredientes frescos y sabores únicos. No olvides probar el ceviche y la pachamanca.
Finalmente, ten en cuenta la altitud de Cusco, que está a más de 3,400 metros sobre el nivel del mar. Es recomendable aclimatarse adecuadamente para evitar el mal de altura. Hidrátate bien y considera tomar hojas de coca, que son un remedio tradicional para combatir los efectos de la altitud.
