Puno es una ciudad mágica situada en la orilla del Lago Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, a una altitud de 3,812 metros sobre el nivel del mar. Este destino es famoso por su rica cultura indígena, especialmente la de los pueblos Uros, que viven en islas flotantes hechas de totora. Al visitar Puno, los viajeros pueden explorar estas islas y aprender sobre la vida tradicional de sus habitantes.
La mejor época para visitar Puno es durante los meses de mayo a octubre, cuando el clima es más seco y templado. Sin embargo, es importante aclimatarse a la altitud, así que tómese su tiempo y considere beber mate de coca, que ayuda a combatir el mal de altura. Además, no se pierda el festival de la Virgen de la Candelaria en febrero, una de las celebraciones más importantes de la región.
Desde Puno, es fácil hacer una excursión a Machu Picchu, aunque no hay tren directo. La ruta más común es tomar un bus o un tren a Cusco y luego continuar hacia Aguas Calientes, la puerta de entrada a la famosa ciudad inca. Asegúrese de comprar sus boletos con anticipación, especialmente durante la temporada alta.
En Puno, también puede disfrutar de la gastronomía local, que incluye platos como el ceviche de trucha y la papa a la huancaína. Visitar el mercado central es una excelente manera de experimentar la vida cotidiana y probar productos frescos. Para los amantes del arte, el Museo Carlos Dreyer ofrece una colección de arte colonial y piezas precolombinas.
Asegúrese de llevar ropa abrigada, ya que las noches pueden ser frías. Además, considere contratar un guía local para enriquecer su experiencia y aprender más sobre la historia y la cultura de la región. Finalmente, no olvide su cámara, ya que Puno y el Lago Titicaca ofrecen vistas impresionantes que querrá capturar.
