Agotado es una palabra que puede resonar con muchos viajeros que visitan Perú, especialmente al explorar lugares icónicos como Machu Picchu. Este sitio arqueológico, considerado una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo, atrae a miles de turistas cada año. Sin embargo, la experiencia puede volverse agotadora si no se planifica adecuadamente.
Una de las principales razones por las que los viajeros se sienten agotados es la altitud de Cusco y Machu Picchu. A más de 2,400 metros sobre el nivel del mar, es crucial aclimatarse antes de realizar caminatas intensas. Se recomienda pasar al menos dos días en Cusco para adaptarse y disfrutar de la ciudad.
Los senderos que llevan a Machu Picchu, como el Camino Inca, pueden ser físicamente desafiantes. Por ello, es esencial estar en buena forma y mantenerse hidratado. Además, se sugiere llevar snacks energéticos para reponer energía durante las caminatas.
Para evitar el agotamiento, considere la posibilidad de contratar un guía local. No solo facilitarán el recorrido, sino que también compartirán valiosa información cultural sobre los antiguos incas y su civilización.
La mejor época para visitar Machu Picchu es durante la estación seca, de mayo a octubre. Sin embargo, incluso en estos meses, es aconsejable iniciar las visitas temprano en la mañana para evitar las multitudes y disfrutar de un clima más fresco.
En cuanto a la logística, asegúrese de comprar sus boletos con anticipación, ya que se agotan rápidamente, especialmente durante la temporada alta. También considere reservar alojamiento en Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu, para facilitar su acceso.
Finalmente, no olvide tomarse su tiempo para disfrutar del paisaje y la historia que rodea a Machu Picchu. La belleza del lugar puede proporcionar un respiro, incluso si se siente agotado por la caminata. Recuerde que cada paso vale la pena.
