Visitar Perú, y en particular Machu Picchu, es una experiencia inolvidable, y también puede ser una oportunidad para apoyar las economías locales. ¿Cómo se puede hacer esto? Primero, considera hospedarte en hoteles boutique o posadas familiares en lugar de grandes cadenas hoteleras. Esto asegura que tus gastos se queden en la comunidad local.
Cuando explores Cusco y el Valle Sagrado, opta por comer en restaurantes que sirvan platos tradicionales elaborados con productos locales. Además, comprar artesanías directamente de los artesanos no solo te permite llevarte un recuerdo auténtico, sino que también apoya a las familias que dependen de su trabajo.
Participar en tours guiados ofrecidos por guías locales te brinda una experiencia más enriquecedora y auténtica. Además, estos guías suelen compartir historias y conocimientos que no encontrarás en los libros. Al elegir un tour operado localmente, aseguras que más del costo se invierta en la comunidad.
Recuerda también respetar las costumbres locales. Al hacerlo, no solo enriqueces tu experiencia, sino que también demuestras un aprecio por la cultura. Haz un esfuerzo por aprender algunas frases en quechua, el idioma nativo, como una señal de respeto hacia los lugareños.
Por último, considera hacer una donación a organizaciones que trabajan para mejorar la vida de las comunidades locales. Esto puede ser especialmente significativo en áreas que han sido impactadas por el turismo masivo. Con pequeños pasos, tu visita puede hacer una gran diferencia en el bienestar de las comunidades que te reciben con los brazos abiertos.
