Machu Picchu es una de las maravillas del mundo y, aunque su acceso ha sido un desafío para muchas personas con movilidad reducida, se han realizado esfuerzos para hacer el sitio más accesible.
En general, los circuitos accesibles son limitados, pero hay opciones disponibles para aquellos que usan sillas de ruedas. La ruta principal que se puede explorar es la plaza de Machu Picchu y algunas áreas adyacentes.
Los visitantes pueden acceder a la zona arqueológica a través de un camino que conecta con la entrada principal, donde hay un ascensor que ayuda a las personas con dificultades para caminar.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el terreno es irregular y algunas partes pueden ser complicadas, por lo que se recomienda ir acompañados de un asistente.
Además, se sugiere realizar la visita en horarios menos concurridos para facilitar el movimiento y disfrutar de la experiencia sin prisas.
Antes de visitar, es aconsejable contactar con la Oficina de Turismo de Machu Picchu para obtener información actualizada sobre accesibilidad y servicios disponibles.
Los guías turísticos también son una gran ayuda, ya que pueden ofrecer información sobre las mejores rutas y puntos de interés que se pueden visitar en silla de ruedas.
Es recomendable llevar una silla de ruedas robusta, ya que el terreno puede ser un desafío. Además, considerar la posibilidad de alquilar una silla de ruedas adaptada puede ser una opción para algunos visitantes.
La cultura inca es fascinante, y aunque el acceso puede ser limitado, cada rincón de Machu Picchu cuenta una historia que vale la pena descubrir.
Por último, no olvides disfrutar de la gastronomía local en Aguas Calientes, donde hay restaurantes que también son accesibles.
