Machu Picchu, ubicada a 2,430 metros sobre el nivel del mar, presenta un clima único que está influenciado por su altitud. La temperatura promedio en esta maravilla del mundo es de aproximadamente 15°C durante el día, pero puede descender a 5°C por la noche. El clima en Machu Picchu es subtropical, lo que significa que experimenta una estación seca y una estación de lluvias. La estación seca va de abril a octubre, siendo los meses de junio y julio los más populares entre los turistas.
Durante la estación de lluvias, que va de noviembre a marzo, las precipitaciones pueden ser intensas, lo que puede afectar las rutas de senderismo y las visitas a las ruinas. Por ello, es recomendable llevar un impermeable y calzado adecuado si planeas visitar en esta época. La altitud también afecta la presión atmosférica, lo que puede causar mal de altura en algunos visitantes. Por esta razón, es aconsejable aclimatarse en Cusco antes de emprender el viaje a Machu Picchu.
Los viajeros deberían considerar pasar al menos un par de días en Cusco para adaptarse a la altitud. Además, mantenerse bien hidratado y evitar el alcohol puede ayudar a prevenir el mal de altura. La rica biodiversidad de la región también se ve afectada por el clima; el entorno alberga una variedad de flora y fauna que florece en condiciones específicas. Por ejemplo, las orquídeas y las bromelias son comunes en la zona, y su belleza se puede apreciar durante las caminatas.
Cuando planes tu visita, recuerda que la altitud de Machu Picchu también influye en la visibilidad de las montañas circundantes, especialmente en los meses de lluvias, cuando las nubes pueden cubrir la vista. Así que, si tu objetivo es tomar fotografías impresionantes, elige bien las fechas de tu viaje. En resumen, el clima de Machu Picchu, influenciado por su altitud, es un factor clave que los viajeros deben tener en cuenta al planificar su visita.
