Viajar a Machu Picchu en familia puede ser una experiencia inolvidable, y contar con las opciones de transporte adecuadas es clave para disfrutar al máximo de esta aventura. Una de las opciones más populares es el tren. Varias compañías, como PeruRail y Inca Rail, ofrecen servicios que conectan Cusco con Machu Picchu. El trayecto en tren brinda vistas espectaculares del Valle Sagrado y de las montañas andinas, lo que lo convierte en una experiencia escénica maravillosa.
Las familias pueden optar por diferentes clases de servicio en el tren, desde la económica hasta la de lujo, como el Belmond Hiram Bingham, que incluye comida gourmet y servicio de primera clase. Otra opción es el autobús. Desde el pueblo de Aguas Calientes, los autobuses llevan a los visitantes hasta la entrada de Machu Picchu, un recorrido de aproximadamente 30 minutos. Este servicio es ideal para familias con niños pequeños o personas mayores que prefieren evitar la caminata.
Si la familia busca una experiencia más activa, pueden considerar hacer el Camino Inca. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este trekking requiere una buena preparación física y una reserva anticipada. Para aquellos que deseen explorar a su propio ritmo, hay opciones de senderismo alternativas menos concurridas, como la ruta Salkantay.
Es recomendable comprar los boletos de tren y autobús con anticipación, especialmente durante la temporada alta, que va de mayo a septiembre. Las familias pueden beneficiarse de descuentos y promociones si compran con tiempo. Asimismo, es aconsejable llevar snacks y agua, ya que los precios dentro del parque pueden ser elevados.
No olviden llevar protector solar y sombreros, ya que el sol puede ser intenso en la zona. Finalmente, siempre es útil aprender algunas frases en español, ya que el contacto con los locales enriquecerá la experiencia familiar. Viajar a Machu Picchu en familia puede ser un viaje lleno de descubrimientos culturales y paisajes impresionantes, ¡así que prepárense para la aventura!