Viajar a Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu, es una experiencia emocionante, pero la altitud puede ser un desafío para muchos visitantes. Situada a más de 3,400 metros sobre el nivel del mar, Cusco puede causar mal de altura, especialmente si llegas directamente desde el nivel del mar. Para prepararte mejor, sigue estos consejos prácticos.
Primero, considera llegar a Perú unos días antes de volar a Cusco y aclimatarte en Lima, que está a una altitud más baja. Si no es posible, asegúrate de permanecer bien hidratado durante tu vuelo y evita el alcohol y las comidas pesadas antes de aterrizar. Una vez en Cusco, tómate un tiempo para descansar.
Es recomendable que evites actividades físicas intensas durante las primeras 24 horas tras tu llegada. En su lugar, puedes pasear suavemente por las calles coloniales de Cusco, disfrutando de su rica historia y arquitectura. Algunos turistas encuentran útil masticar hojas de coca o beber té de coca.
Estos remedios tradicionales son conocidos por ayudar a aliviar los síntomas del mal de altura. También, consulta a tu médico antes de tu viaje sobre la posibilidad de tomar medicamentos como el acetazolamida, que puede ayudarte a aclimatarte más rápidamente.
No olvides prestar atención a tu cuerpo; si sientes síntomas severos como dolores de cabeza, náuseas o mareos, busca atención médica. A medida que te aclimatas, disfruta de la gastronomía local.
Probar platos típicos como el ceviche o el cuy puede ser una forma deliciosa de sumergirte en la cultura peruana. Recuerda que la altitud también afecta el clima, así que vístete en capas y prepárate para cambios bruscos de temperatura. Finalmente, planifica tu visita a Machu Picchu con antelación, ya que la entrada es limitada y se recomienda comprar los boletos con anticipación.
