Para llegar a Machu Picchu, hay varias opciones de transporte que se adaptan a diferentes preferencias y presupuestos. La forma más popular es tomar el tren desde Cusco o Ollantaytambo, que ofrece un recorrido espectacular a través del valle sagrado de los Incas. Las compañías más reconocidas son Inca Rail y PeruRail, que ofrecen varias clases de servicio, desde el económico hasta el lujoso. El viaje en tren desde Ollantaytambo dura aproximadamente 2 horas y 30 minutos, mientras que desde Cusco puede tardar hasta 4 horas.
Otra opción es realizar la caminata del Inca, que es ideal para los amantes del senderismo y la aventura. Este trekking de 4 días requiere una buena condición física y es necesario reservar con anticipación, ya que los permisos son limitados. Al final de la caminata, los trekkers llegan a Machu Picchu por la puerta del sol, un momento impresionante y lleno de emoción.
Los autobuses son otra alternativa, que llevan a los visitantes desde Aguas Calientes hasta la entrada de Machu Picchu. Este trayecto dura aproximadamente 30 minutos y es muy conveniente, especialmente para aquellos que no desean caminar. Es recomendable comprar los boletos de autobús con antelación, ya que pueden agotarse.
Si prefieres una experiencia más exclusiva, puedes optar por el tour guiado privado que incluye transporte desde tu hotel en Cusco. Esta opción te permite disfrutar de un itinerario personalizado y conocer a fondo la historia y la cultura de la región.
Independientemente de la opción que elijas, asegúrate de llevar contigo agua, protector solar y algo de comida, ya que la altitud puede afectar tu energía. También es fundamental tener tu boleto de entrada a Machu Picchu y documentos de identificación listos para presentar en el control de acceso.
Finalmente, ten en cuenta que la mejor época para visitar Machu Picchu es durante la temporada seca, que va de mayo a septiembre. Esto garantiza un clima más favorable y menos lluvias, lo que mejora tu experiencia general.