Antes de visitar Machu Picchu, es esencial que las familias tomen ciertas precauciones de salud para asegurar una experiencia placentera y segura. En primer lugar, es recomendable consultar a un médico antes del viaje, especialmente si los miembros de la familia tienen condiciones preexistentes. La altitud de Machu Picchu es de aproximadamente 2,430 metros sobre el nivel del mar, lo que puede causar mal de altura en algunas personas. Es aconsejable llegar a Cusco, que está a una altitud similar, al menos dos días antes de visitar Machu Picchu para aclimatarse.
Además, es importante mantenerse bien hidratado; beber mucha agua ayuda a mitigar los efectos de la altitud. Las familias también deberían considerar la posibilidad de llevar medicamentos para el mal de altura, como el acetazolamida, que puede ser prescrita por un médico. Alimentos y agua deben ser consumidos con precaución; se recomienda beber solo agua embotellada y evitar alimentos crudos que no se puedan pelar.
Otra precaución es protegerse del sol, ya que la radiación UV puede ser intensa en altitudes elevadas. Llevar un buen protector solar, gafas de sol y un sombrero es fundamental. Además, se recomienda usar ropa adecuada para el clima variable; las capas son ideales para adaptarse a los cambios de temperatura a lo largo del día.
Por último, es fundamental tener un seguro de viaje que cubra emergencias médicas. Cualquier síntoma inusual debe ser atendido de inmediato en la clínica más cercana. Al seguir estas precauciones, las familias podrán disfrutar plenamente de su visita a Machu Picchu y aprender sobre la rica historia y cultura incaica que este sitio ofrece.