Viajar de Cusco a Machu Picchu es una experiencia inolvidable, y hay varias opciones de transporte para elegir, cada una con sus propias ventajas. La forma más popular de llegar es en tren, que ofrece un viaje panorámico a través del Valle Sagrado. Las dos compañías principales son Inca Rail y PeruRail, que operan diferentes clases de servicio, desde económico hasta lujo. El viaje en tren dura aproximadamente 3 horas y se recomienda reservar con anticipación, especialmente en temporada alta.
Otra opción es realizar la Caminata Inca, un trekking de varios días que culmina en Machu Picchu. Esta opción es ideal para los aventureros que desean experimentar la belleza del paisaje andino y la historia de los Incas. Para hacer esta caminata, es necesario reservar un lugar con una agencia autorizada, ya que el número de visitantes está limitado.
Además, existen servicios de autobuses que llevan a los turistas desde Aguas Calientes hasta la entrada de Machu Picchu. El trayecto dura unos 30 minutos y ofrece vistas espectaculares del paisaje circundante. Es aconsejable comprar los boletos de autobús con antelación para evitar largas colas.
También hay opciones más exclusivas, como los tours en helicóptero, aunque son menos comunes y más costosos. Estos tours ofrecen una vista única de Machu Picchu desde el aire, pero es importante verificar la disponibilidad y los requisitos de seguridad.
Finalmente, si prefieres algo diferente, puedes optar por el transporte privado que te llevará directamente desde tu hotel en Cusco hasta la estación de tren en Ollantaytambo, donde podrás abordar el tren hacia Machu Picchu. Esta opción proporciona comodidad y flexibilidad en tu horario.
Independientemente del medio de transporte que elijas, es fundamental estar preparado para la altitud y el clima cambiante. Lleva agua, protector solar, y ropa adecuada para el clima, ya que en Machu Picchu puede llover incluso en la temporada seca. ¡Disfruta de tu aventura a uno de los sitios más emblemáticos del mundo!
