El Festival de la Virgen de la Candelaria se celebra en Puno, Perú, durante los primeros días de febrero, siendo uno de los festivales más importantes y coloridos del país. Este evento religioso y cultural rinde homenaje a la Virgen de la Candelaria, considerada la patrona de la ciudad. La festividad combina elementos de la fe católica con tradiciones indígenas, lo que la convierte en una experiencia única.
Durante aproximadamente dos semanas, la ciudad se llena de música, danzas y desfiles que atraen a miles de visitantes. Las danzas folklóricas, como la Diablada y la Morenada, son interpretadas por grupos de bailarines que visten trajes elaborados y coloridos. Estos trajes son una mezcla de influencias indígenas y españolas, reflejando la rica historia cultural de la región.
El festival no solo es una celebración religiosa, sino también una oportunidad para que los turistas conozcan la cultura local. Las calles de Puno se llenan de vendedores que ofrecen comida típica, artesanías y souvenirs. Es recomendable probar platos como la pachamanca y el cuy chactado, que son representativos de la gastronomía local.
Para los viajeros que planean asistir al festival, es aconsejable reservar alojamiento con anticipación, ya que la demanda aumenta considerablemente durante este periodo. Además, es recomendable llegar a Puno unos días antes del inicio del festival para aclimatarse a la altitud, ya que la ciudad se encuentra a más de 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Otro aspecto a considerar es la conexión entre Puno y Machu Picchu. Muchos turistas optan por visitar ambos destinos, ya que el viaje en tren a Machu Picchu desde Cusco se puede combinar con una visita a Puno. Es posible tomar un autobús o un tren desde Cusco a Puno, y luego continuar hacia Aguas Calientes, la puerta de entrada a Machu Picchu.
Además, el festival de la Virgen de la Candelaria ofrece una oportunidad para experimentar la calidez y hospitalidad del pueblo aimara y quechua, quienes están orgullosos de compartir sus tradiciones con los visitantes. No olvides llevar tu cámara para capturar los vibrantes colores y la energía del evento, así como para documentar tu viaje hacia Machu Picchu, donde la historia y la majestuosidad de los Andes te esperan.
