Visitar Machu Picchu es una experiencia inolvidable, pero elegir el momento adecuado para hacerlo puede marcar la diferencia en tu aventura. Los mejores meses para visitar Machu Picchu son de mayo a septiembre. Durante este período, el clima es más seco y las lluvias son mínimas, lo que facilita las caminatas y las exploraciones.
En particular, junio y julio son meses pico, ya que muchos turistas de todo el mundo vienen a disfrutar de la maravilla inca. Sin embargo, esto también significa que los lugares pueden estar más concurridos. Si prefieres una experiencia más tranquila, considera visitar en mayo o septiembre, cuando aún hay buen clima pero menos turistas.
Es importante tener en cuenta que, a pesar de ser la temporada seca, las temperaturas pueden variar bastante. Durante el día, las temperaturas pueden alcanzar los 20 °C, pero por la noche pueden bajar a 5 °C. Por lo tanto, es recomendable llevar ropa en capas.
Además, octubre y noviembre son meses de transición donde las lluvias comienzan a aumentar. Aunque no son ideales para todos los viajeros, si te gusta la naturaleza, es un buen momento para ver la vegetación más verde y vibrante.
Para los amantes de la fotografía, el amanecer en Machu Picchu es simplemente espectacular. Asegúrate de llegar temprano para evitar las multitudes y capturar las primeras luces del día sobre las ruinas.
Además, considera adquirir tus boletos con anticipación para asegurar tu entrada y evitar sorpresas. La alta demanda durante la temporada alta hace que los boletos se agoten rápidamente.
Finalmente, recuerda que la altitud puede afectar a algunas personas. Si no estás acostumbrado a estar en altitudes elevadas, es recomendable aclimatarte en Cusco antes de dirigirte a Machu Picchu.