Machu Picchu, una de las maravillas del mundo, tiene un clima característico que varía a lo largo del año. Durante la temporada de lluvias, que generalmente va de noviembre a marzo, las temperaturas en Machu Picchu son bastante moderadas. Las temperaturas promedio oscilan entre 10°C y 20°C.
A pesar de ser la temporada de lluvias, las mañanas en Machu Picchu suelen ser frescas y nubladas, mientras que por la tarde se pueden producir precipitaciones. Es recomendable llevar ropa ligera y transpirable, pero también un abrigo o chaqueta para las noches más frescas y para cuando la lluvia comience.
Los turistas deben estar preparados para el clima cambiante. Un paraguas o impermeable son esenciales para disfrutar de la experiencia sin inconvenientes. A los viajeros les aconsejamos visitar las ruinas por la mañana, ya que las lluvias tienden a ser más frecuentes por la tarde.
Además, el paisaje durante la temporada de lluvias es asombroso, con vegetación exuberante y cascadas que fluyen. Esto ofrece una oportunidad única para los amantes de la fotografía. Las multitudes son menores en esta época, lo que permite disfrutar de Machu Picchu con más tranquilidad.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos senderos pueden estar resbaladizos. Usar calzado adecuado es vital para evitar caídas. Si bien la temporada de lluvias puede presentar desafíos, también proporciona una experiencia mágica y única en el corazón de los Andes.