Antes de emprender tu aventura hacia Machu Picchu, es crucial asegurarte de tener suficiente energía para disfrutar de esta maravilla del mundo. La caminata hacia las ruinas es exigente y puede durar varias horas, dependiendo de la ruta que elijas. Por ello, la alimentación previa es fundamental.
En Perú, hay una variedad de alimentos que son ideales para llenar tus reservas de energía. Los carbohidratos, como la quinoa, el arroz y las papas, son excelentes fuentes de energía sostenida. La quinoa, en particular, es un superalimento local muy nutritivo.
No te olvides de incluir proteínas en tu dieta, ya que son esenciales para la reparación muscular. Las legumbres, como los frijoles y las lentejas, son una opción deliciosa y nutritiva. Además, el pollo y el pescado son buenas fuentes de proteínas magras que te ayudarán a mantenerte fuerte durante tu excursión.
Las frutas y verduras frescas también son esenciales, ya que aportan vitaminas y minerales que tu cuerpo necesita. Opta por plátanos, que son ricos en potasio, o manzanas, que son fáciles de llevar y muy refrescantes.
Recuerda mantenerte bien hidratado. Lleva contigo una botella de agua y considera añadir electrolitos, especialmente si planeas caminar durante varias horas. Evita los alimentos muy pesados o grasos, ya que pueden hacerte sentir lento y cansado.
Además, si te encuentras en Cusco, prueba el cuy chactado o el lomo saltado para experimentar la gastronomía local antes de tu visita. Estos platos no solo son sabrosos sino que también te darán la energía necesaria para tu aventura.
Finalmente, es aconsejable comer al menos 1-2 horas antes de comenzar tu caminata a Machu Picchu. Esto permitirá que tu cuerpo digiera adecuadamente los alimentos y estés listo para disfrutar de la increíble vista y la historia de esta antigua ciudad inca.
