Machu Picchu es un destino mágico que atrae a miles de turistas cada año. Sin embargo, es importante considerar la temporada de lluvias, que se extiende de noviembre a marzo. Durante este período, las temperaturas en Machu Picchu suelen oscilar entre los 12°C y 20°C. A pesar de que las lluvias pueden ser frecuentes, el clima es templado, lo que permite disfrutar de la maravilla arqueológica con una atmósfera más tranquila.
La temperatura promedio durante la temporada de lluvias puede variar, siendo enero el mes más lluvioso, con precipitaciones que pueden superar los 200 mm. Por otro lado, las temperaturas más frescas se registran por la noche, donde pueden bajar hasta 10°C. Es recomendable llevar ropa adecuada, como chaquetas impermeables y calzado resistente al agua.
Además de las condiciones climáticas, la temporada de lluvias también ofrece la oportunidad de observar la exuberante vegetación que rodea las ruinas. La flora y fauna en su esplendor hacen que la experiencia sea única. Sin embargo, debido a las lluvias, algunos caminos pueden estar resbaladizos, así que es fundamental tener precaución.
Si planeas visitar Machu Picchu durante esta época, considera la posibilidad de comenzar las excursiones temprano en la mañana, ya que las lluvias suelen intensificarse por la tarde. También es recomendable consultar el pronóstico del tiempo y estar preparado para cambios inesperados en las condiciones climáticas.
Finalmente, aunque muchos prefieren visitar Machu Picchu durante la temporada seca, la temporada de lluvias ofrece un ambiente diferente y menos concurrido, lo que puede ser una ventaja para aquellos que buscan una experiencia más íntima con la historia y la belleza de este lugar sagrado.