Machu Picchu, una de las maravillas del mundo moderno, es un destino que atrae a millones de turistas cada año. El clima juega un papel crucial en la experiencia de visita, por lo que elegir la mejor época para ir es fundamental.
La temporada seca, que va de mayo a septiembre, es considerada el mejor momento para visitar Machu Picchu. Durante estos meses, las lluvias son escasas y las temperaturas son agradables, lo que permite disfrutar plenamente de las impresionantes vistas y de las ruinas incaicas.
Sin embargo, los meses de junio y julio son los más concurridos, por lo que es recomendable reservar con anticipación tanto los boletos de entrada como el alojamiento. Agosto también es un buen mes, aunque la afluencia de turistas comienza a disminuir a finales de mes.
La temporada de lluvias se extiende de octubre a abril, y aunque Machu Picchu sigue siendo accesible, las precipitaciones pueden dificultar las caminatas y las exploraciones. Diciembre y enero son los meses más lluviosos, y las nubes pueden ocultar las vistas espectaculares que ofrece este sitio.
Es importante llevar ropa adecuada para el clima. Durante la temporada seca, las mañanas pueden ser frescas, así que se recomienda llevar una chaqueta ligera. Durante el día, las temperaturas pueden elevarse, por lo que es conveniente usar ropa ligera y cómoda.
Además, no olvides llevar protector solar y repelente de insectos, especialmente si planeas hacer senderismo. La hidratación es clave, así que lleva suficiente agua contigo.
Para aquellos que buscan una experiencia menos concurrida, considera visitar Machu Picchu en los meses de abril o octubre, cuando el clima aún es favorable y hay menos turistas.
Finalmente, no te pierdas la oportunidad de explorar la cultura local en el pueblo de Aguas Calientes, donde puedes disfrutar de la gastronomía peruana y aprender más sobre la historia de los Incas.