Las estaciones en Perú son diferentes a las de América del Norte debido a su ubicación geográfica y altitud. En lugar de tener cuatro estaciones bien definidas (primavera, verano, otoño e invierno), Perú experimenta principalmente dos: la estación seca y la estación lluviosa. La estación seca va de mayo a octubre, siendo el mejor momento para visitar Machu Picchu y el Valle Sagrado, ya que las lluvias son escasas y las temperaturas son más agradables.
Durante la estación lluviosa, que se extiende de noviembre a abril, las lluvias son más frecuentes, lo que puede dificultar el acceso a algunas áreas y hacer que las rutas de senderismo sean más resbaladizas. Sin embargo, el paisaje se vuelve exuberante y vibrante, ofreciendo una vista espectacular de la naturaleza.
En la región andina, las temperaturas pueden cambiar drásticamente entre el día y la noche, por lo que es recomendable llevar ropa adecuada para ambas condiciones. En Cusco, por ejemplo, puedes experimentar un día cálido y una noche fría, lo que hace necesario empacar capas de ropa.
Si planeas visitar Machu Picchu, es aconsejable comprar tus boletos con anticipación, especialmente durante la estación seca, cuando la afluencia de turistas es mayor. Recuerda que Machu Picchu puede estar más concurrido en julio y agosto, así que planifica en consecuencia.
Respecto a los caminos de acceso, el famoso Camino Inca suele estar cerrado en febrero por mantenimiento, así que si deseas recorrerlo, considera hacer tu viaje en abril o septiembre.
Finalmente, ten en cuenta que las fiestas culturales y locales también influyen en el turismo. Durante la estación seca, hay varios festivales, como el Inti Raymi en junio, que pueden enriquecer tu experiencia. Recuerda probar la deliciosa gastronomía peruana y disfrutar de la amabilidad de su gente mientras exploras este hermoso país.