Machu Picchu es uno de los destinos turísticos más emblemáticos del mundo, pero su popularidad también significa que puede estar muy concurrido. Para disfrutar de una visita más tranquila, aquí hay algunas estrategias que puedes seguir.
Primero, considera visitar Machu Picchu en la temporada baja, que va de noviembre a marzo. Durante estos meses, el número de turistas es significativamente menor en comparación con la temporada alta (junio a agosto).
Otro consejo es llegar temprano en la mañana. La apertura del sitio es a las 6:00 a.m., por lo que si llegas justo a esa hora, tendrás la oportunidad de explorar antes de que lleguen las multitudes.
Además, puedes optar por una ruta alternativa, como el Camino Inca. Este trekking de varios días no solo ofrece vistas impresionantes, sino que también limita el número de visitantes que pueden llegar a Machu Picchu al final del recorrido.
Si prefieres no hacer el trekking, considera tomar el tren desde Cusco o Ollantaytambo en horarios menos solicitados. Los trenes más tempranos son menos concurridos y te permiten disfrutar del paisaje tranquilo.
No olvides reservar tus entradas con anticipación. Las entradas a Machu Picchu son limitadas y se agotan rápidamente, especialmente en temporada alta. Asegúrate de elegir un horario de entrada que no coincida con otros grupos grandes.
También es recomendable visitar las áreas menos conocidas del sitio, como la Puerta del Sol o el Intipunku. Estas zonas ofrecen vistas panorámicas y son menos visitadas, lo que te permitirá disfrutar de la tranquilidad del lugar.
Finalmente, mantente flexible en tu itinerario. Si notas que un día está demasiado lleno, considera ajustar tus planes y visitar en otro momento. La belleza de Machu Picchu se puede apreciar a lo largo de todo el día.
Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de Machu Picchu sin las multitudes, permitiéndote conectarte más profundamente con la historia y la cultura de este maravilloso sitio.
