Introducción e historia

Iquitos es la puerta de entrada a la Amazonía peruana y la ciudad más grande del mundo inaccesible por carretera. Ubicada en la confluencia de los ríos Amazonas, Nanay e Itaya, esta metrópolis selvática de casi medio millón de habitantes solo se alcanza en avión o en barco fluvial. Sus orígenes se remontan a una misión jesuita del siglo XVIII para convertir a la etnia Iquito, pero se disparó a la riqueza durante el auge del caucho de finales del siglo XIX, cuando los europeos levantaron mansiones y una ornamentada casa de hierro diseñada por Gustave Eiffel. Hoy la ciudad es una mezcla vibrante de tradiciones amazónicas, arquitectura colonial y comodidades modernas al servicio de exploradores, investigadores y ecoturistas.

La historia de Iquitos está ligada a ciclos de auge y caída. La opulencia de la era del caucho se desvaneció después de que se contrabandearan semillas a Asia, lo que provocó un declive económico. La ciudad se reinventó con la madera, el petróleo y ahora el turismo. Quedan huellas de su época dorada en edificios como la Casa Fitzcarrald de inspiración morisca y la Casa de Fierro, traída pieza por pieza desde Europa. En las afueras, las comunidades indígenas siguen practicando modos de vida ancestrales a lo largo de los ríos y dentro de reservas de selva tropical.

Principales atracciones y actividades

  • Distrito de Belén: Apodado la “Venecia del Amazonas”, este barrio flotante sube y baja con el río. Recorre el Mercado de Belén para ver frutas tropicales, pescados amazónicos y hierbas medicinales, y toma una lancha por canales bordeados de casas sobre pilotes.
  • Centro histórico: Visita la Plaza de Armas con sus casas de colores vivos, la Catedral de la Inmaculada y la Casa de Fierro (Iron House) diseñada por Eiffel. El bulevar cercano junto al río Itaya vibra con restaurantes y bares, especialmente al atardecer.
  • Centros de rescate y reservas: Apoya centros de vida silvestre éticos como el Manatee Rescue Center y Pilpintuwasi Butterfly Farm. La Laguna Quistococha ofrece un pequeño zoológico y área recreativa. Una excursión de un día a la Reserva Nacional Allpahuayo‑Mishana revela raros bosques de arena blanca y aves endémicas.
  • Excursiones por el Amazonas: Iquitos es el punto de partida para cruceros fluviales y viajes con alojamiento en lodges dentro de la selva. Las excursiones de varios días exploran la Reserva Nacional Pacaya‑Samiria, donde prosperan delfines rosados, guacamayos, monos y caimanes. También puedes visitar comunidades indígenas, conocer la medicina tradicional y pescar pirañas.

Al anochecer, el malecón de la ciudad cobra vida con artistas callejeros y puestos que venden juanes (arroz con pollo envuelto en hojas) y pescado de río a la brasa. La vida nocturna incluye bares con cumbia y salsa, mientras que los restaurantes flotantes ofrecen románticas vistas al río.

Encuentros espirituales y culturales

La región amazónica es conocida por sus tradiciones chamánicas, y Iquitos se ha convertido en un centro del turismo de ayahuasca. La ayahuasca es una bebida alucinógena elaborada con lianas y hojas que los pueblos indígenas utilizan ceremoniosamente desde hace siglos. Muchos viajeros buscan sanación espiritual, pero es crucial elegir centros de retiro reputados con facilitadores acreditados, seguir pautas de seguridad y comprender las consideraciones legales y éticas.

Aviso de seguridad sobre la ayahuasca

La ayahuasca es una poderosa sustancia psicoactiva. Si tienes previsto participar en ceremonias, investiga centros legítimos, pregunta por la formación del facilitador y asegúrate de que se realice una evaluación médica. Evita beber con chamanes no autorizados e informa sobre medicamentos o condiciones de salud para prevenir interacciones peligrosas.

Información práctica y consejos de viaje

Iquitos es accesible mediante vuelos diarios desde Lima y Tarapoto; los servicios de barco desde Pucallpa y Yurimaguas toman varios días, pero permiten sumergirse en la vida del río. Dentro de la ciudad, los mototaxis son el transporte principal, y las lanchas conectan a las comunidades ribereñas. La humedad es alta todo el año, con temperaturas diurnas alrededor de 30°C (86°F); la temporada de lluvias (diciembre–mayo) trae ríos crecidos y chubascos frecuentes, mientras que la estación seca (junio–noviembre) facilita las caminatas por la selva.

Empaca ropa liviana, repelente de insectos, impermeable y calzado de secado rápido. Protégete de los mosquitos con mangas largas y mosquiteros, y considera la profilaxis antipalúdica. Bebe agua purificada y sé cauto con la comida callejera si tienes el estómago sensible. Al visitar comunidades remotas, lleva pequeños obsequios como útiles escolares y pide permiso antes de tomar fotos.

Prácticas ecológicas

Respeta la fragilidad de la selva eligiendo lodges con certificación ecológica, usando jabones biodegradables y llevando toda la basura de regreso a la ciudad. No compres productos de fauna silvestre ni participes en tours que promuevan la explotación animal.

Más allá de Iquitos

Extiende tu viaje con cruceros por el Amazonas hasta la frontera con Brasil o hacia la prístina Reserva Pacaya‑Samiria de Perú, conocida como la “Selva de los Espejos”. Aquí verás el reflejo de árboles gigantes en aguas quietas y observarás fauna al amanecer y al atardecer. Los amantes de la aventura pueden hacer kayak por afluentes, dormir en casas en los árboles o subir a torres del dosel. Los interesados en la cultura pueden viajar a las comunidades Bora o Yagua para conocer danzas y artesanías ancestrales. Cada excursión profundiza la apreciación por la selva tropical más grande del planeta y por las comunidades que dependen de ella.