La biodiversidad de Perú está protegida en decenas de parques y reservas nacionales; entre los más célebres se encuentran Pacaya‑Samiria y Huascarán. Pacaya‑Samiria abarca 20,800 km² de bosque amazónico inundado y se ha ganado el apodo de “Selva de los Espejos” porque sus aguas tranquilas reflejan el cielo. Los visitantes exploran en canoa, avistan delfines rosados de río, hoacines y caimanes negros, y se alojan en albergues rústicos gestionados por la comunidad.

Parque Nacional Huascarán

Este parque abarca la Cordillera Blanca—la cadena montañosa tropical más alta del mundo—, con 27 cumbres de más de 6,000 m, incluido el Huascarán (6,768 m). Cuenta con 660 glaciares y 300 lagunas glaciares. Los excursionistas pueden avistar cóndores andinos, vicuñas y el esquivo oso de anteojos mientras exploran valles de alta montaña.

Visitar de forma responsable

Se requieren permisos para muchas caminatas de gran altitud, y los guías garantizan la seguridad en senderos remotos. Sigue las normas del parque: mantente en los senderos señalizados, acampa solo en las áreas designadas y nunca perturbes a la fauna. Lleva una botella de agua reutilizable y un filtro para reducir los residuos plásticos.

Lo más destacado de la fauna

Busca nutrias gigantes y manatíes amazónicos en Pacaya‑Samiria y cóndores andinos planeando sobre las cumbres de Huascarán. La paciencia y el respeto aumentan tus posibilidades de avistamientos de fauna memorables.

Las áreas protegidas de Perú muestran el esplendor natural del país. Al visitarlas de forma responsable, los viajeros apoyan la conservación y a las comunidades locales.