Cuando planeas visitar Machu Picchu y la hermosa ciudad de Cusco, es importante considerar el mal de altura, que puede afectar a los viajeros debido a la elevada altitud de estos destinos. La altitud de Cusco es de aproximadamente 3,400 metros sobre el nivel del mar, mientras que Machu Picchu se encuentra a unos 2,430 metros. Para mitigar los efectos del mal de altura, consumir ciertos alimentos puede ser muy útil.
Una de las recomendaciones más populares es el mate de coca, una bebida tradicional que se elabora con hojas de coca. Este té tiene propiedades que ayudan a aliviar los síntomas del mal de altura. Además, incluir en tu dieta alimentos ricos en carbohidratos complejos, como la quinua, puede proporcionar energía y ayudar a tu cuerpo a adaptarse a la altitud.
Los plátanos son otra opción ideal, ya que son ricos en potasio y ayudan a mantener el equilibrio electrolítico. También es recomendable consumir frutas cítricas, como naranjas y limones, que son ricas en vitamina C y ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.
Asegúrate de mantenerte bien hidratado bebiendo suficiente agua, ya que la deshidratación puede agravar los síntomas del mal de altura. Por otro lado, evita las comidas pesadas y ricas en grasas, ya que pueden dificultar la digestión y hacerte sentir más incómodo.
Antes de tu viaje, considera llevar algunos snacks de alta energía, como frutos secos y barras energéticas, que son fáciles de transportar y pueden ser de gran ayuda en momentos de necesidad.
Otro consejo es que, al llegar a Cusco, toma un tiempo para aclimatarte. No apresures tu visita a Machu Picchu y considera pasar una noche en Cusco para adaptarte a la altitud antes de emprender la caminata hacia las ruinas. Si sientes síntomas graves, como mareos o náuseas, no dudes en buscar atención médica.
Recuerda disfrutar de la gastronomía local, que incluye platos como el ceviche o el lomo saltado, siempre que te sientas a gusto. Con estos consejos y alimentos, estarás mejor preparado para disfrutar de la maravilla de Machu Picchu sin preocuparte demasiado por el mal de altura.
