La comida peruana es reconocida mundialmente por su diversidad y riqueza de sabores, y ninguna visita a Perú, especialmente a la región de Machu Picchu, está completa sin experimentar sus especialidades culinarias. Desde la ciudad de Cusco, donde comienza la mayoría de los viajes hacia Machu Picchu, los visitantes pueden disfrutar de platos que reflejan la mezcla de influencias indígenas y coloniales. Uno de los platos más emblemáticos es el ceviche, preparado con pescado fresco marinado en jugo de limón y acompañado de cebolla roja y ají.
Otro plato que no te puedes perder es el lomo saltado, un delicioso salteado de carne de res, cebolla, y tomate, servido con arroz y papas fritas. Para aquellos que buscan opciones vegetarianas, el aji de gallina, que incluye pollo desmenuzado en una salsa cremosa de ají amarillo, es una excelente elección. Además, el pachamanca, una técnica de cocción tradicional que utiliza piedras calientes bajo tierra, es una experiencia que conecta con las raíces culturales andinas.
En la región de la Selva, los sabores se vuelven más tropicales con platos como el juane, que consiste en arroz, carne y especias envueltos en hojas de bijao. Al visitar Machu Picchu, es recomendable probar el mate de coca, que ayuda a combatir el mal de altura, una bebida tradicional que también es un símbolo de la cultura andina.
Para disfrutar de la comida peruana en tu viaje, busca mercados locales como el Mercado de San Pedro en Cusco, donde podrás degustar varios platillos y comprar ingredientes frescos. No olvides acompañar tus comidas con una cerveza artesanal peruana o una copa de pisco sour, el cóctel nacional, que combina pisco, limón, azúcar y clara de huevo.
Recuerda también que la gastronomía peruana ha sido reconocida en varias ocasiones como la mejor del mundo, así que asegúrate de darle un lugar especial en tu itinerario. Comida y cultura van de la mano en Perú, y cada bocado cuenta una historia que vale la pena descubrir.
