Explorar Machu Picchu es una experiencia única que requiere una buena planificación. Primero, decide cómo llegar: puedes optar por el famoso Inca Trail, un trekking de varios días, o tomar el tren desde Cusco o Ollantaytambo. Antes de tu viaje, asegúrate de reservar tus entradas con anticipación, ya que el acceso a Machu Picchu es limitado. Una vez en Cusco, aclimátate a la altitud; se recomienda pasar al menos un par de días disfrutando de la ciudad y sus alrededores.
En Cusco, no te pierdas la Plaza de Armas, la Catedral y Qorikancha, el antiguo templo del Sol. En la ruta hacia Machu Picchu, considera hacer una parada en el Valle Sagrado, donde encontrarás impresionantes paisajes y sitios arqueológicos como Ollantaytambo y Pisac.
El día de tu visita a Machu Picchu, levántate temprano. Si has reservado un boleto para la hora de apertura, podrás disfrutar de la maravilla sin grandes multitudes. Recuerda llevar agua, protector solar y calzado cómodo, ya que el terreno puede ser irregular.
Una vez dentro, sigue las señales y considera contratar un guía para aprender sobre la historia y la cultura inca. No olvides tomar fotos desde el clásico mirador para capturar la majestuosidad de esta maravilla. Asegúrate de respetar las reglas del sitio, como no tocar las estructuras y mantener el área limpia.
Finalmente, al regresar a Cusco, disfruta de la gastronomía local en alguno de los restaurantes que ofrecen platos típicos como el ceviche o la pachamanca. Planifica tu viaje con antelación y disfruta de la rica cultura peruana mientras descubres uno de los lugares más emblemáticos del mundo.