El viaje en tren de Cusco a Machu Picchu es una experiencia inolvidable que combina la belleza de los paisajes andinos con la rica cultura peruana. Desde la estación de Poroy, ubicada a unos 20 minutos en coche del centro de Cusco, se puede abordar un tren que llevará a los viajeros a la puerta de entrada a la ciudadela inca.
Los horarios de los trenes varían según la temporada, pero generalmente hay salidas frecuentes durante el día, comenzando temprano en la mañana y continuando hasta la tarde. Es recomendable reservar los boletos con antelación, especialmente durante la temporada alta de turismo, que va de mayo a septiembre.
Las dos principales compañías de tren son Inca Rail y Peru Rail, cada una ofreciendo diferentes opciones de servicio, desde trenes más económicos hasta lujosos. Los trenes de lujo cuentan con comodidades como asientos reclinables, comida gourmet y guías turísticos, lo que puede hacer que la experiencia sea aún más especial.
El viaje dura aproximadamente 3 a 4 horas, dependiendo del tipo de servicio seleccionado. Durante el trayecto, los pasajeros pueden disfrutar de impresionantes vistas del río Urubamba y las montañas circundantes, lo que hace que el viaje sea una parte integral de la experiencia de visitar Machu Picchu.
Una vez que llegues a Aguas Calientes, el pueblo más cercano a Machu Picchu, puedes tomar un autobús que te llevará directamente a la entrada del sitio arqueológico. Es recomendable comprar los boletos para Machu Picchu con anticipación, ya que hay un límite diario en la cantidad de visitantes.
Además, considera la opción de realizar una caminata por los senderos cercanos, como el Camino Inca, que ofrece una experiencia única y vistas espectaculares. No olvides llevar ropa cómoda y adecuada para el clima, ya que puede variar a lo largo del día.
En resumen, el tren de Cusco a Machu Picchu no solo es un medio de transporte, sino una experiencia que añade valor a tu visita. Asegúrate de capturar cada momento y disfrutar de la magia del antiguo Imperio Inca.