La mejor época para visitar Machu Picchu es durante la temporada seca, que va de mayo a septiembre. En estos meses, el clima es más cálido y las lluvias son mínimas, lo que permite disfrutar de vistas despejadas y de una experiencia más cómoda. Sin embargo, es importante tener en cuenta que julio y agosto son los meses pico de turismo, lo que significa que las multitudes pueden ser abrumadoras.
Si prefieres evitar las aglomeraciones, considera visitar Machu Picchu en mayo o septiembre, donde aún podrás disfrutar de un clima favorable sin el bullicio de la alta temporada. Durante estos meses, las temperaturas oscilan entre 20 y 25 grados Celsius durante el día, lo que es ideal para explorar las ruinas y el entorno natural.
Otro aspecto a considerar es que en la temporada de lluvias, de noviembre a marzo, Machu Picchu puede ser más difícil de acceder debido a los deslizamientos de tierra. Sin embargo, el paisaje es impresionante, con una vegetación exuberante y menos turistas. Si decides visitar durante esta época, asegúrate de llevar ropa adecuada para la lluvia y estar preparado para posibles cambios climáticos.
Además, si tienes la oportunidad, no te pierdas el Inti Raymi, el Festival del Sol, que se celebra el 24 de junio. Esta es una experiencia cultural única que muestra las tradiciones andinas y se lleva a cabo en Cusco, muy cerca de Machu Picchu.
Recuerda también adquirir tus boletos con anticipación, especialmente si planeas hacer senderismo por el Camino Inca, ya que se agotan rápidamente. Hacer una visita guiada puede enriquecer tu experiencia, ya que los guías locales comparten valiosa información sobre la historia y la cultura de la civilización inca.
Finalmente, asegúrate de llevar agua, protector solar y un sombrero, ya que la exposición al sol puede ser intensa, incluso en días nublados. Con un poco de planificación, tu visita a Machu Picchu será una experiencia inolvidable.