La ruta Cocachimba y la ruta San Pablo son dos de las vías más populares para llegar a Machu Picchu, cada una ofreciendo experiencias únicas y paisajes impresionantes.
La ruta Cocachimba inicia desde la pequeña localidad de Cocachimba, conocida por sus impresionantes vistas de la catarata Gocta. Este camino es ideal para los amantes de la naturaleza, ya que permite disfrutar de la flora y fauna andina, así como de vistas panorámicas de las montañas circundantes.
Por otro lado, la ruta San Pablo se encuentra en el valle de Urubamba y es famosa por su riqueza cultural y paisajística. Esta ruta es menos concurrida, lo que proporciona una experiencia más tranquila y auténtica. Los viajeros que elijan este camino pueden explorar pequeños pueblos locales, donde la cultura peruana se vive en su máxima expresión.
Ambas rutas ofrecen oportunidades para hacer trekking, pero la ruta Cocachimba tiende a ser más desafiante, con terrenos irregulares y un ascenso considerable. En cambio, la ruta San Pablo es más accesible y adecuada para familias o aquellos que buscan una caminata más suave.
Es importante llevar calzado adecuado y suficiente agua, especialmente en la ruta Cocachimba, donde la altitud puede afectar a los viajeros. Además, no olvides llevar protector solar y un sombrero, ya que el sol puede ser fuerte.
Si decides tomar la ruta Cocachimba, considera pasar una noche en el pueblo para disfrutar de la catarata Gocta antes de continuar hacia Machu Picchu. Para la ruta San Pablo, planifica una visita a los mercados locales y disfruta de la gastronomía típica, como el ceviche y el cuy chactado.
Ambas rutas ofrecen vistas increíbles de la región andina y son una excelente manera de sumergirse en la cultura local. Ya sea que elijas la aventura de Cocachimba o la tranquilidad de San Pablo, ambas te llevarán a uno de los destinos más emblemáticos del mundo.
Recuerda siempre respetar el medio ambiente y seguir las indicaciones de los guías locales para asegurar una experiencia segura y memorable.
