Aguas Calientes, también conocida como Machu Picchu Pueblo, es la puerta de entrada a la famosa ciudad inca de Machu Picchu. Situada en un valle rodeado de montañas cubiertas de vegetación exuberante, esta pequeña localidad es un punto clave para los viajeros que desean explorar las ruinas incas. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de un ambiente acogedor y una variedad de servicios que facilitan su estadía.
Uno de los principales atractivos de Aguas Calientes son sus baños termales, que ofrecen la oportunidad de relajarse en aguas minerales naturales después de un día de exploración. Estos baños son un lugar ideal para reponer energías y disfrutar de las vistas panorámicas del paisaje andino.
En Aguas Calientes, los turistas encontrarán una amplia gama de alojamientos, desde hostales económicos hasta hoteles de lujo. Es recomendable reservar con anticipación, especialmente durante la temporada alta de turismo (de junio a agosto), para asegurar una buena opción de hospedaje.
La gastronomía local también es un atractivo importante. Los restaurantes en Aguas Calientes ofrecen deliciosos platos peruanos, como el cuy chactado y la pachamanca, que permiten a los visitantes experimentar la rica cultura culinaria del país.
Para llegar a Aguas Calientes, los viajeros generalmente toman un tren desde Cusco o el Valle Sagrado. El trayecto ofrece vistas espectaculares del paisaje andino, lo que lo convierte en una experiencia memorable por sí misma.
Es importante tener en cuenta que Aguas Calientes es un lugar pequeño, por lo que es fácil explorar sus calles a pie. Sin embargo, se recomienda llevar calzado cómodo y estar preparado para el clima variable, ya que puede llover en cualquier momento, incluso durante la temporada seca.
Desde Aguas Calientes, los visitantes pueden abordar un autobús que los llevará a la entrada de Machu Picchu en menos de 30 minutos. Alternativamente, los más aventureros pueden optar por caminar hasta las ruinas, una subida que toma aproximadamente 1.5 horas.
Finalmente, es aconsejable adquirir las entradas a Machu Picchu con anticipación, ya que el acceso está regulado y los cupos son limitados. Una vez en las ruinas, tómese su tiempo para explorar y disfrutar de la impresionante arquitectura inca y las vistas de los Andes.
