El clima de Perú es extremadamente diverso, variando desde caluroso y húmedo en la costa hasta frío y seco en los Andes, y tropical en la selva amazónica. En particular, Machu Picchu se encuentra en una región montañosa con un clima templado, lo que lo convierte en un destino atractivo durante todo el año. Sin embargo, es importante considerar la temporada de lluvias, que generalmente ocurre de noviembre a marzo. Durante este período, las lluvias pueden ser intensas, y algunos senderos pueden volverse resbaladizos y peligrosos.
Para aquellos que deseen disfrutar de un clima más seco, los meses de abril a octubre son ideales, ya que son parte de la temporada de turismo alta. Sin embargo, las noches pueden ser frías, así que se recomienda llevar ropa adecuada, incluyendo un abrigo ligero y capas. En cuanto a la altitud, Machu Picchu se encuentra a aproximadamente 2,430 metros sobre el nivel del mar, lo que puede causar mal de altura en algunos visitantes. Por ello, es aconsejable aclimatarse en Cusco antes de visitar las ruinas.
Además, el clima en el Valle Sagrado es similar al de Machu Picchu, pero con temperaturas ligeramente más cálidas. Recuerda que la radiación solar puede ser intensa, así que el uso de protector solar es fundamental. Visitar Machu Picchu al amanecer no solo ofrece vistas espectaculares, sino que también permite disfrutar de un clima más fresco.
Finalmente, es recomendable siempre consultar el pronóstico del tiempo antes de tu visita para estar preparado. Lleva un paraguas o un impermeable si viajas durante la temporada de lluvias, y asegúrate de tener calzado adecuado para las caminatas. Con una buena planificación, podrás disfrutar de la belleza natural y cultural de Perú sin contratiempos.