Conducir en Perú puede ser una experiencia única y enriquecedora, especialmente si planeas visitar lugares emblemáticos como Machu Picchu. Aunque el transporte público es una opción popular, alquilar un coche te ofrece la libertad de explorar a tu propio ritmo.
Es importante tener en cuenta que las carreteras peruanas pueden variar en calidad. Si decides conducir, asegúrate de estar preparado para tramos con curvas y en algunas áreas, condiciones de camino difíciles.
La ruta hacia Machu Picchu generalmente comienza en Cusco. Desde allí, puedes tomar la carretera hacia el Valle Sagrado y luego continuar hacia Aguas Calientes, el pueblo base para visitar Machu Picchu.
Recuerda que en Perú se conduce por el lado derecho de la carretera. Además, el límite de velocidad en zonas urbanas es de 30 km/h y 100 km/h en carreteras. Mantente atento a las señales de tráfico y a las normas locales.
Antes de salir, es aconsejable verificar la condición del vehículo y tener un mapa o GPS a mano, ya que en zonas rurales la señal de telefonía móvil puede ser limitada.
Si bien puedes encontrar estaciones de servicio en la mayoría de las ciudades, es recomendable llenar el tanque en zonas más grandes, ya que puede haber distancias considerables entre estaciones en áreas rurales.
Además, ten en cuenta que el clima puede afectar las condiciones de manejo. Durante la temporada de lluvias, algunos caminos pueden volverse resbaladizos y peligrosos.
Finalmente, si no te sientes cómodo conduciendo, considera contratar un guiado turístico o un servicio de transporte privado que te lleve a Machu Picchu y otras atracciones. Esto puede aliviar el estrés y permitirte disfrutar más del paisaje.