Visitar Perú es una experiencia que se queda grabada en la memoria de cualquier viajero, y Machu Picchu es, sin duda, uno de los mejores momentos de este viaje. Esta antigua ciudad inca, enclavada en los Andes, ofrece vistas impresionantes y una rica historia que fascina a todos los visitantes.
Al llegar a Cusco, la puerta de entrada a Machu Picchu, es recomendable aclimatarse a la altura para evitar el mal de altura. La ciudad está llena de arquitectura colonial y sitios arqueológicos que son un testimonio de su rica herencia inca. Una vez que estés listo, puedes tomar el tren desde Ollantaytambo hacia Machu Picchu, un viaje que dura aproximadamente dos horas y ofrece vistas espectaculares del valle.
Cuando llegues a Machu Picchu, asegúrate de reservar un recorrido guiado para entender mejor la historia y la importancia de este lugar. No olvides llevar agua y snacks, ya que las opciones de comida son limitadas dentro del sitio. Una de las mejores horas para visitar es temprano por la mañana, cuando la luz del sol ilumina las ruinas y hay menos turistas.
Además de explorar los templos y plataformas, considera hacer una caminata a Huayna Picchu o a la Puerta del Sol, donde las vistas panorámicas son simplemente impresionantes. Recuerda llevar calzado cómodo y estar preparado para el clima cambiante. Las mañanas pueden ser frescas, mientras que las tardes pueden ser calurosas y lluviosas.
Otro de los mejores momentos en Perú es disfrutar de la gastronomía local. Prueba el ceviche, el cuy chactado y la famosa papa a la huancaína en los restaurantes de Cusco y en el Valle Sagrado. La cocina peruana es reconocida mundialmente y es un reflejo de la diversidad cultural del país.
Finalmente, no olvides llevar contigo recuerdos y artesanías locales, como textiles y cerámica, que puedes encontrar en los mercados de Cusco y en el Valle Sagrado. Cada rincón de Perú está lleno de historia y cultura, y cada momento vivido será un recuerdo imborrable.
