Después de un día de intensas caminatas explorando Machu Picchu y sus impresionantes alrededores, muchos viajeros buscan una forma de relajarse y rejuvenecer. Una excelente opción son las aguas termales locales que se encuentran cerca de la famosa ciudad inca. Uno de los destinos más populares son las Aguas Calientes, que están situadas a solo unos minutos de Machu Picchu. Estas aguas termales son conocidas por sus propiedades curativas y relajantes, lo que las convierte en un lugar ideal para descansar los músculos cansados.
Las Aguas Termales de Aguas Calientes ofrecen varias piscinas de diferentes temperaturas, rodeadas de un hermoso paisaje montañoso. El ambiente es tranquilo y perfecto para disfrutar de un atardecer después de un día de exploración. Además, las instalaciones son accesibles y cuentan con duchas y vestuarios para mayor comodidad.
Para visitar las aguas termales, es recomendable llevar una toalla y sandalias, así como productos para el cuidado personal. La entrada a las termales suele costar alrededor de 20 a 50 soles peruanos, dependiendo de la temporada y el horario. También es conveniente ir temprano o un poco antes de que cierren para evitar las multitudes.
Otro lugar conocido por sus aguas termales es Lares, que se encuentra en el Valle Sagrado. Este destino es menos turístico y ofrece una experiencia más auténtica. Las Aguas Termales de Lares son perfectas para aquellos que desean combinar la aventura con la tranquilidad, ya que se pueden realizar caminatas por la zona antes de disfrutar de un baño caliente.
En resumen, después de un día de caminatas, las aguas termales son una forma maravillosa de relajarse y disfrutar de la cultura local. Asegúrate de incluir esta experiencia en tu itinerario para una visita a Perú inolvidable.
