El mal de altura, conocido como mal de montaña, es una preocupación común para los viajeros que realizan senderismo en la región de Ausangate, así como en otros destinos altos como Machu Picchu. Esta área se encuentra a altitudes que superan los 4,000 metros sobre el nivel del mar, lo que puede causar síntomas desagradables como dolor de cabeza, náuseas y fatiga.
Para prevenir el mal de altura, es fundamental aclimatarse adecuadamente. Se recomienda pasar al menos un par de días en Cusco o en el Sagrado Valle antes de emprender la caminata hacia Ausangate. Durante este tiempo, bebe mucha agua y evita el alcohol y comidas pesadas.
Es aconsejable incrementar la actividad física de manera gradual. Comienza con caminatas cortas y aumenta la intensidad y duración a medida que te sientas más cómodo con la altitud.
También, considera la posibilidad de tomar medicamentos como el acetazolamida, que ayuda en la prevención y tratamiento del mal de altura. Consulta a tu médico antes de tu viaje para obtener recomendaciones personalizadas.
Durante la caminata, escucha a tu cuerpo. Si sientes síntomas, no dudes en descansar y descender a una altitud más baja si es necesario. Es crucial no apresurarse y disfrutar del impresionante paisaje andino.
Recuerda que la hidratación es clave. Lleva contigo suficiente agua y considera llevar pastillas de electrolitos para mantener el equilibrio de sales en tu cuerpo.
Adicionalmente, la alimentación juega un papel importante. Opta por comidas ricas en carbohidratos que te proporcionen energía duradera. Alimentos como la quinoa y el arroz son excelentes opciones.
Por último, no olvides disfrutar de la cultura local y la gastronomía. Probar platos típicos como el cuy chactado o la pachamanca no solo es un deleite para el paladar, sino que también te ayudará a adaptarte mejor a la altitud.
